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Tanto si te han diagnosticado colesterol elevado, como si tienes interés en conocer más sobre el colesterol, es importante tener una noción de cómo el colesterol afecta a nuestra salud cardiovascular.

Para empezar, hay que ser justos y aclarar que el colesterol no es malo en si mismo. De hecho, nuestro cuerpo necesita colesterol y es capaz de fabricarlo cuando le hace falta. El problema viene cuando, por diversos motivos, no somos capaces de mantener unos niveles de colesterol adecuados.

Por qué es importante conocer tus niveles de colesterol

Mientras los niveles de colesterol son importantes cuando nos referimos a la salud cardiovascular, tener el colesterol elevado no nos va a dar ningún síntoma, y la única manera de saber si lo tenemos por encima del nivel recomendado es haciéndonos una analítica en la farmacia o en nuestro centro de salud.

Conocer tus niveles de colesterol te permitirá tomar decisiones más acertadas acerca de tu estilo de vida, tanto para mantenerlo en los niveles óptimos si no está elevado, como para reducirlo si ha superado el límite recomendable.

Una alimentación saludable rica en grasas insaturadas, junto con actividad física, no fumar ni abusar del alcohol te permitirá mantener un mejor control de tus niveles de colesterol.

El colesterol y nuestro corazón

El colesterol circula por la sangre en diferentes moléculas transportadoras. Las más importantes, en este caso, son las LDL-colesterol y las HDL-colesterol, conocidas popularmente como colesterol malo y colesterol bueno.

Las LDL-colesterol se encargan de transportar el colesterol y otras grasas a las células y tejidos de nuestro cuerpo. Como hemos comentado antes, nuestro cuerpo necesita colesterol, con lo que, en principio, las LDL-colesterol hacen un trabajo necesario.

El problema viene cuando los niveles de LDL-colesterol aumentan, normalmente por una alimentación inadecuada rica en grasas saturadas. Entonces, se transporta demasiado colesterol a los tejidos, de forma que esas moléculas de LDL-colesterol se pueden depositar en las arterias, sobre todo las que se encuentran alrededor del corazón y del cerebro, y llegar a taponarlas.

Las HDL-colesterol, en cambio, se encarga de recoger el colesterol sobrante y llevarlo al hígado para procesarlo. Por eso es recomendable tener unos niveles de LDL-colesterol bajos y de HDL-colesterol elevados.

¿Cuáles deberían ser mis niveles de colesterol?

Las recomendaciones de niveles de colesterol pueden cambiar en función del riesgo que tengas de tener una enfermedad cardiovascular. Por ejemplo, las personas diabéticas tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, por lo que sus niveles de LDL-colesterol deberían ser más bajos que los de una persona sin diabetes.

Según la Fundación Española del Corazón, los niveles totales de colesterol deberían estar por debajo de 200 mg/dl y los de LDL-colesterol por debajo de 100 mg/dl.